Letra de Julio Sosa
Del Libro «Dos Horas Antes del Alba»
Poema
Llegaste a mis tinieblas,
como enviada del cielo,
tus manos de alabastro,
curaron mis heridas,
y oi los cascabeles,
de olvidados anhelos,
que habian enmudecido,
en medio de mis ruinas…
Me diste una esperanza,
poblada de inquietudes,
un amor vacilante,
de dudas, de temores…
Una paz temblorosa,
que muere si me huyes,
y resucita en risas,
cuando a mi encuentro corres…
Y en fugaz instante,
de esa rara alegria,
la noche ya no existe,
el tiempo se detiene,
y se anida en mis ojos,
la luz de un nuevo dia…
Un corazón cansado,
es un niño que espera,
fervoroso a tus plantas,
con pasión enfermiza…
No lo niegues mi amada,
tu dorada presencia,
por lo que tu más quieras,
no me quites la vida…