Letra de Lito Bayardo
Música de Félix Lipesker
Música de Emilio Barbato
«Y no seré de nadie
camino del olvido
te digo adiós… mi dulce amor…»
¡Era tan cruel aquel adiós de despedida
tan fuerte que vibró mi corazón!
Que al evocar tus ojos,
tu voz, de suave tono,
mi enorme pena me venció
y sólo sí que te lloré desconsolado
como se llora así… ¡un gran amor!…
Adiós… Adiós corazón
repetiré todas las horas,
¡adiós… adiós… corazón,
donde estás… óyeme!…
¡No puede ser, alma mía
que mis labios te nombren
que no vuelvas un día!
Adiós… adiós… corazón
ya no vendrás,
¡mi gran amor!…
Los años han pasado;
tu nombre es un recuerdo:
lo más preciado para mí.
Serás la flor, el aire, el sol que me acaricia
que me hablan de tu amor… de ayer… de ti.
No ha de borrar el tiempo
el musical y suave
embrujamiento de tu voz.
Sólo tu adiós, aquel adiós de despedida
por siempre me hablará de nuestro amor.