Letra de Jacinto Font
Música de Guillermo Cavazza
Versión cantada por Carlos Gardel (23-9-1927).
Milonguera bullanguera
que la vas de alma de loca,
la que con tu risa alegre
vibrar hace el cabaret;
la que lleva la alegría
en los ojos y en la boca,
la que siempre fue la reina
de la farra y del placer.
Todo el mundo te conoce
de alocada y jaranera,
todo el mundo dudaría
lo que yo puedo jurar:
que te he visto la otra noche
parada en una vidriera,
contemplando una muñeca
con deseos de llorar.
Te pregunté qué tenías,
y me respondistes «Nada…»
adivinando, al verte tan turbada,
que era tu intento
ocultarme la verdad.
La sonrisa que tus labios
dibujaban quedó helada
y una imprevista lágrima traidora
como una perla
de tus ojos fue a rodar.
Quién creyera, milonguera,
vos que siempre te reístes
y que siempre te burlastes
de la pena y el dolor,
que ibas a mostrar la hilacha,
poniéndote seria y triste
ante una pobre muñeca,
modestita y sin valor.
Yo te guardaré el secreto,
no te aflijas, milonguita;
Por mí nadie sabrá nunca
que has dejado de reír,
y no vuelvas a mirar
a la pobre muñequita
que te recuerda una vida
que ya no puedes vivir.
Ríe siempre, milonguera,
bullanguera casquivana,
¿para qué quieres amargar la vida
pensando en esas cosas
que no pueden ser?
Corre un velo a tu pasado,
sé milonga, sé mundana,
Para que así los hombres no descubran
tus amarguras,
tu tristeza de mujer.