Letra de Eduardo Calvo
Música de José María Rizzuti
Si tus labios mintieron al besar
de ellos, fue de quien me enamoré,
de nadie fue la culpa más que mía
a nadie culpo más que al corazón
ya sabes, que por ellos se llorar
ya sabes, lo sublime que es mi amor,
porque olvidas así este cariño
¿del tierno amante que muere de dolor?
El último beso
tan frío me diste,
que hasta mi alma
se estremeció.
No puedes negarlo,
la culpa fue tuya
o fue del destino
que así me engañó.
Ahora eres libre
yo soy prisionero
pues quiero morir
antes que olvidar
y quiero librarme
del grito del alma
que enseña venganza,
que grita ¡Matar!
Si tu pecho conserva la emoción
del delicioso beso que te di
guárdalo para tu buena madrecita
que todo fue pasión ¡jamás mentí!
Ahora que ya ella sabe mi dolor
ahora que ya mi pena conoció,
ella sabe el mal de mi locura
que fue el amarla como jamás se amó.