Yo soy el hombre
que baja del cerro,
contodo mi anhelo,
a cantarte, mi bien.
Escucha atenta
con la puerta abierta
y oye las quejas
de tu trovador.
Aunque yo pase trabajos
morena del alma,
por tu corazón…
Yo te lo juro prietita
que toda mi vida,
serás mi ilusión.
Solo te pido
que jures conmigo,
que nunca, morena,
tú me has de olvidar.
Y te presente
este amor ardiente
que nunca en la vida
podremos borrar.
Ya que el amor es engreído
por los dos querido
que vamos a hacer.
Ahora pensamos casarnos
para nunca dejarnos,
para nunca jamás…