Letra de Raúl Hormaza
Música de José Dames
Tango
Testigo de un romance, fue la luna, sin querer,
misterio de la noche, envolviendo el sueño aquel,
aquel en un instante, el destino torpe y cruel.
todo lo trunco, dime dios por que?
sacando un crucifijo, lo besaste y lo bese,
mirandote a los ojos, una lagrima note,
con el te doy mi vida, con temor te oi decir,
el destino quiere asi.
bis
!Adios!,
me dijiste al partir,
y en el azul del cielo gris,
tu voz,
y tu palidez mortal,
eran huellas de tu mal,
y mi desesperación.
y el tren,
tu esperanza de curar,
con su maquina infernal,
de mis brazos te arranco,
después,
quedo mi vida,
por las calles del dolor,
ya ves,
solo queda de este amor,
tu esperanza, mi temor,
y esa cruz que yo bese.
Me matan los recuerdos, son tus labios y tu voz,
pasado que me arroja, malherido en un rincon,
presiento que ya nunca, vida mia te vere,
nunca, nunca mas, solo quede.
que tristes son las noches,, con su luna sin tu amor,
que extraña melodia, silba el viento en su canción,
parece estar diciendo, que alla lejos, ya tu voz,
para siempre se apago.