Letra de Julio Camilloni
Música de Mario De Marco
Llegaste como un pajaro perdido,
golpeado sin piedad por la tormenta,
y fue mi pobre cuarto como un nido
donde pudiste reparar tus fuerzas.
Estabas al alcance de mi mani
y quisiste pagar aquella deuda;
yo nunca he sido esclavo del instinto,
ni acostumbrado a cobrar así las cuentas.
Yo recorde a mi novia, la primera,
que me dejo en las manos su perfume;
mi soledad tentada, lo confieso.
Hubiera sido usura
me sugirio, traidora, su zarpazo,
cobrarte así lo que te habia dado;
y te deje pasar, sin quererme cobrar…
y estabas al alcance de mi mano.
Sabia que llegaba acosada
por la jauria de los hombres lobos,
y yo quise probarte con mi gesto,
que era más hombre, asi, que tantos otros.
Que importa que sonria cierta gente…
Yo me siento mejor frente a la vida,
si yendo con alguno de tu brazo,
me saluda, cordial, tu mano amiga.
Yo recorde a mi novia…etc, etc…