Letra de Francisco N. Bianco
Música de José Razzano
Música de Carlos Gardel
Desvelado tu ausencia me tiene,
padeciendo, mi bien, sin cesar.
Y tu nombre a mi memoria viene
por la sed insaciable de amar.
Es en vano llorar,
nada calma el dolor
que atormenta mi ser abatido
destrozando mi trono de amor.l
Vuelve pronto, mitiga el quebranto,
que tu ausencia me mata. Ay de mí!
Nadie seca el afligido llanto
que mis ojos derraman por tí.
Vago errante, sin fe,
desafiando el dolor,
sin tener más amparo que el cielo,
y esperando que vuelva mi amor.
Mi pasión era tierna, muy tierna,
y tú, en cambio, no sabes querer.
Qué motivo te he dado, alma mía,
para hacerme tanto padecer.
Es en vano llorar,
nada calma el dolor
que atormenta mi ser abatido,
destrozando mi trono de amor…