Cabaret monmatre

Letra de Enrique Cadícamo

Poema publicado en el libro Viento que lleva y trae de Enrique Cadícamo.

Aquel cabaret monmatre
en plena calle Corrientes
donde el que se hacía el valiente
lo sacaban en un catre.

Era una casona vieja
con aljibe, amparrado
y un gran patio embaldosado
para bailar las parejas.

Arolas, Cobián y Tito:
tal era el rubro del trío
que en el pasado bravío
en oro ha quedado escrito.

El que se lucía bailando,
yéndola de cajetilla;
ligaba una zancadilla
y encima salía cobrando.

Una noche entró un buen mozo
de galera y alto cuello;
era el cordobés Argüello
que quiso hacerse el gracioso.
Tiró unos tiros y Arolas
se escondió bajo una mesa;
se produjo una limpieza
y la pista quedó sola.

La Pepita Avellaneda,
cupletista y mantenida,
salía a cantar conmovida
las décimas de Cepeda.

El dueño de ese salón
al que de rebote cito
fue al famoso Carnerito
de oscura reputación.