Arrojado you fuí en esta cárcel,
mi adorada muy triste quedó,
nunca más volveré a contemplarla,
ni a escuchar sus palabras de amor.
Si pudiera tener su mirada,
yo viviría contento y felíz,
pero que honda y amarga es la pena,
del que todo lo debe sufrir.
Cuando un pálido rayo de luna,
ilumina esta trsite mansión,
yo recuerdo la noche en que un beso,
para siempre selló nuestro amor.
Oh! amada mía, ya nunca mis ojos,
tus divinos encantos verán,
y a tu reja, un lecho de piedras,
mis eternos amigos serán…