Cerrajero (poema lunfardo)

Letra de Enrique Cadícamo

Con un solo golpe de «pico de loro»
arranca cualquier tambor a una yale,
revienta una acitra con dedos de oro
y aunque metan trabex de nada les vale.

Los chorros lo buscan como especialista
si hay que visitar un piso de lujo,
mediante un buen toco el mango llavista
les abre la puerta con mano de brujo.

Después del choreo -por partes iguales-,
la mosca y las joyas reparten los cacos,
hasta que una noche balas policiales
de algún patrullero les haga un buraco.