Letra de Antonio M. Podesta
Música de Rafael Rossi
Compuesto en 1931
Carlos Gardel lo estrenó en Montevideo, lo difundió en Buenos Aires a
través de Radio América y lo grabó en París el 26 de Mayo de 1931.
(Información extraída del libro «Letras de Tango» de José Gobello, Ed.
Nuevo Siglo). También lo canto Rivero y lo toco Piazzolla.
Esta listo, sentenciaron las comadres,
y el varon, ya difunto en el presagio,
en el último momento de su pobre vida rea
dejo al mundo el testamento
de estas amargas palabras
piantadas de su rencor;
Esta noche para siempre terminaron mis hazañas,
un chamuyo misterioso me acorrala el corazón,
alguien chaira en los rincones el rigor de la guadaña
y anda un algo cerca el catre olfateandome el cajon.
Los recuerdos más fuleros me destrozan la zabeca,
una infancia sin juguetes y un pasado sin honor;
el dolor de unas cadenas que aun me queman las muñecas
y una mina que arrodilla mis arrestos de varon.
Yo quiero morir conmigo
sin confesión y sin Dios,
crucificao en mis penas
como abrazao a un rencor.
Nada le debo a la vida
nada le debo al amor
aquella me dio amarguras
y el amor, una traición.
Yo no quiero la comedia de las lagrimas sinceras,
ni palabra de consuelo ni ando en busca de un perdon.
No pretendo sacramentos, ni palabras funebreras,
me le entrego mansamente, como me entregue al boton.
Solo a usted, mama lejana, si viviese le daria
el derecho de encenderle cuatro velas a mi adios;
de volcar todo su pecho sobre mi hereje agonia,
de llorar sobre mis manos y pedirme el corazón.