Compañera de su vida

Letra de Francisco de Val
Música de Francisco de Val

Tomado del «ALMANAQUE del CANCIONERO Carlos Gardel»
Editorial ALAS, AÑO XXXII Barcelona

I

Vos que fuiste la adorada compañera de su vida,
vos que llevas de sus manos baches en el diapasón,
no dejes que borre nadie esa huella tan querida,
donde quedan los pedazos de su recio corazón.

Que te miren solamente como a una reliquia santa,
que cada argentino deje una lágrima en su adiós,
para que se mezclen todas en una caría franca,
con aquellas tan sinceras que él cantando te dejó.

Guitarra,
compañera de su vida,
quédate siempre dormida,
como duerme tu cantor.
No dejes,
que otra mano te deshaga,
su última canción sagrada,
que en tu caja se quedó.
Guitarra,
vos que viste sus sonrisas,
sus quejas y sus caricias,
escuchando su canción.
Te ruego,
que ahora seas el sagrario,
donde guardes el rosario,
de su peregrinaci¢n.

I (bis)

No te abrazará como antes el zorzal que te abrazaba,
ni serás, como antes fuiste, más testigo de su amor,
ni oirás cantar a nadie con el brío que é1 cantaba,
los pedazos de vida llevados a la canción.

Con los ojos empañados te contempla el criollo viejo,
la muchacha está triste, amargaos por el dolor,
y en el barrio arrabalero sólo se oye este consejo:
«Pongan luto a las guitarras, porque ha muerto el ruiseñor»