Letra de Horacio Ferrer
Música de Osvaldo Tarantino
Compuesto en 1979
A la memoria de Hugo del Carril.
Me preguntás, amor mío, pequeña mía,
qué es el Tango,
y yo, duende del asfalto, te digo:
Creo que Tango es eso
que provoca un clavel en mi solapa,
cuando no tengo ni para claveles,
y voy a verte.
En lo alto de las estaciones de tren,
una paloma se muere del todo
por ese que se muere un poco
esperando a quien no llegó.
Creo que eso es Tango, querida.
Y es tanguista el gato calavera
que se burla de la solterona,
pero que no la abandona jamás.
Y es Tango el timbre que suena y suena
en una casa vacía,
y también hay Tango en los ojos
del que llamó y se va, y se va
con su ausencia puesta.
Creo que es Tango esa hora azul
en que los domingos dejan de alborotar
y se agravan de lunes.
Y esos alegrones sin motivo, viste?
pececitos de oro
en la profundidades de la vida,
son Tango.
Y es Tango una cara que no reflejan
los espejos de los cafés.
Y es tangueado el son
de la lluvia sobre el techo,
cuando el techo queda sólo sostenido
por nuestras miradas, mi amor.
Creo que el tango es un náufrago
en la ciudad,
pero el náufrago de mayor aliento.
Y canta Tango el agujero de mi zapato,
ojo de presa, sí, en todas las calles
que guardan pasos tuyos, querida.
Y es Tango la modesta misa familiar
que daba Mamá
trepada a la parva de la ropa limpia,
blanqueándola todavía más
con el comentario de su corazón.
Creo que es Tango
ese abrazo que nos dimos
sin saber si era el último.
Y es Tango la melancolía
de los viejecitos que destejen
sus vidas en las plazas.
Y es Tango la aurora,
pero muy atacada de fantasmas.
Y es Tango un frenesí de bocinas
en el atardecer, cuando no me encontrás
y me seguís buscando, amor mío.
Tango es algo que la noche va silbando
y no está en ningún repertorio.
Y es Tango la danza
que hará el último suspiro
con la postrer galantería.
Y creo que es Tango
cualquier síntoma de canción de cuna
en el día final.
Pero ahora que tu adorado rostro
se convierte en rosa de la memoria,
sólo estoy seguro de que Tango
es como decir: te amo, te amo,
amada mía,
pero, por Dios, cómo te amo,
te amo, te amo, te amo.