Letra de Luis Mario
Música de Juan de Dios Filiberto
Sollozó el bandoneón
congojas que se van
con el atardecer.
Y como un corazón,
el hueco de un zaguán
recoge la oración
que triste dice fiél mujer.
Lloró la milonga.
Su antigua pasión
Parece que ruega
consuelo y perdón.
La sombra cruzó
por el arrabál
de aquél que la muerte
jugó su puñal.
Dos viejos unidos
en un callejón,
elevan sus manos
por su salvación
y todo el suburbio
con dolor
evoca un hondo
drama de amor.
Conmovió el arrabal
con largo estremecer
el toque de oración.
Dolor sentimental
embarga la mujer.
En tanto el bandoneón
la historia reza de un querer.