Grabación del Trío Argentino; Irusta, Fugazot, Demare.
Tus ojos se han quedado grabados en los míos,
sus dulces brujerías volcaron al mirar;
hay luz en tus pupilas de todos los estíos,
estrellas que en mis noches las veo parpadear.
Heraldos de pasiones rutilan como extrañas
luciérnagas que portan la llama del amor;
tesoros custodiados por sedosas pestañas,
y orillas impregnadas de sueño arrobador.
Gitanos son acaso por sus destellos, dime;
o son los de una Mora presa del español;
hay algo en tu mirada que mata, que redime,
que hiere si se mira como encandila el sol.
Puñales que en las luchas se yerguen
(iracundos
buscando el pobre pecho con ansias de clavar,
ensartan corazónes, los dejan moribundos;
espejos donde el alma se asoma a coquetear.
Si entornas tus pupilas, la luz que las anima
se pierde entre los astros y la constelación,
y aún tiene nuevos brillos aunque mi pecho gima,
por verlos siempre abiertos yo doy mi corazón.
Porque ellos van contando las horas
(venturosas
que pasan a mi lado rimando una canción;
tus párpados abiertos son pétalos de rosas
que muestran dos luceros a mi desolación.
Gitanos son acaso por sus destellos, dime…