Letra de Felipe Amadeo Lastra
Las biabas que habré pegado
en los bailongos de antaño,
como que en mis mozos años
me tenían por pesao.
Los burdeles que habré armado
en el tambo y en lo e’Tarana,
cuando me daba la gana
hacía parar la orquesta,
armándose cada gresca
que terminaba en la cana!
El lio de aquella noche
que estando en lo de gardela,
a buscarme la canguela
se descolgaba en un coche!
no faltando un otariote
que por hacerse el piernudo,
con aire de co…rajudo
me la quisiera quitar,
pa hacerlo contracagar
en las patas a ese crudo!
Me acuerdo de una pelea
en un queco ‘el Arsenal,
y donde Lalo Acebal
la sacó a la ñata elena,
que andaba con el Melena
compadrito y cantinflero,
agrupaos con los Rivero
nos ganaron la salida,
armándose una podrida
en que peleó hasta el cochero.
Una noche e’carnaval
me metí en el politeama,
donde loras de camama
llegaban con su bacán,
lo ví al pato Bazán
entrar ya medio adobado,
con la odalisca a su lado
una regular cartona,
conocida por «La Leona»
desde el Hansen al Dorado.
¡Para que me metería
entre tanto compadrito!
Ahi no más, y tempranito
se armó una que no se emparda,
se me vino el chino Aranda
como a quererme pelear
y antes que fuera a sacar,
lo sumí de un cachetazo,
yendo a caer entre los brazos
de Ramón el Oriental.
¡Ah! ¡Tiempos en que solía
debute en banda llevar
una percanta a bailar,
fuera de noche o de día.
Ahora, ¡quién lo diría!
ya no copo la bolada
ni me agrando en la parada.
Entrando en la edad madura,
las cato con jugo de uva
y sorbos de leche helada.