Hilarión-de Cicco
Versión grabada por Carlos Gardel – Buenos Aires 1926
Alrededor de la mesa,
lista está la muchachada,
palpitando separada
cada cual con su ilusión.
Y entre el humo de los puchos
se van jugando sus dichas,
y el ruidito de las fichas
les golpea el corazón.
Entre el baraje del naipe maula
mueven sus labios, con voz muy baja,
como si hablaran a la baraja,
como si hablaran junto a su amor.
Barra timbera, barra querida,
como me gustan esos varones,
que se devoran como unos leones,
con ansias fieras al tallador.
Algunos más precavidos
van jugando con medida,
achicando la partida
cuando llega la ocasión.
Y entre pinta y contrapinta,
cruza el pálpito fulero,
que despierta en el timbero
el alma del tiburón.
Y haciendo alarde de su guapeza,
con mano firme, leal y prolija,
salta el más taura y se juega en fija
a una carta con todo amor.
Todos atentos, muchachos locos,
que en esas noches, largas y frías,
se juegan todas sus alegrías
contra la suerte del tallador.
Bis I y II