Letra de Alberto Peyrano
Música de Pedro Belisario Pérez
Editorial Melograf 1986
Cuando en el suburbio se hizo historia una traición
y se cantó a la vida con tristeza y con dolor,
con su presencia el tango allí nomás permaneció
poniendo en el adiós su lágrima de amor,
y con su musa grela de farol y corralón
el río lo miró partir…
Recorriendo el mundo con la voz del arrabal
derramando fue su luz sentimental.
El tango tiene olor de vieja serenata
y escribió su historia en la piel del Plata.
No es necesario ser de Buenos Aires para ver
que el tango es una forma de querer!
Es puerto de nostalgia, es lucha, es oración
y en toda su poesía también es el amor.
Yo siento que al final el tango
es la misma vida hecha una canción.
Viejos callejones engendraron su dolor,
los patios lo alumbraron con su luna de malvón,
antigua es la raíz que junto con el viento sur
lo puso en el pulmón del fueye querendón,
y con el verso triste del poeta que se fue
su esencia se vistió de ayer.
Desde su rincón neutral la vida alimentó
su cadencia, su prestancia y su emoción.