Dibujo en la vereda

Letra de José Portogalo

Del poemario LOS PÁJAROS CIEGOS, de José Portogalo*

¡Lindo el tango que tenía
entonces asomos fieros!
Era luz en entreveros
de abultada picardía,
y en los claros de la hombría
su autoridad proclamaba,
cuando en un patio alardeaba
repentino en voz de dueño
su corte que, a lo porteño,
con la fama se tuteaba.

Viera usted cómo su paso
que salía de la orilla,
era astuto en la sencilla
media luna hecha de un trazo,
después, ducho en el abrazo,
buscaba de pronto el juego
de una pollera que luego
para ser de la parada,
sentenciosa en la sentada
se plegaba en blando ruego.

¡Ah! Y viera cómo aplomado
y acunado en intenciones,
se floreaba entre varones
con arrestos, bien templado;
era clavel encarnado,
piropo dicho en arrullo
que acentuaba su chamuyo
comentando el sentimiento
y silbo que daba al viento
lo más alto de su orgullo.

Ocho, quebrada y corrida
en resbalados aciertos,
iluminaron despiertos
lo mejor de aquella vida,
cuando en mi barrio, atrevida
como en dibujo de seda,
mi mocedad a la rueda
de mirones asombraba
con el ritmo que copiaba
su destreza en la vereda.

ABC de mi alegría,
inicial de mi esperanza,
el tango me dio en la danza
lo virtual de mi poesía;
con él, silbando en un día
de aglutinada efusión,
condicioné el corazón
junto al pueblo que lo escucha,
baila y silba, cuando es mucha
la carga de su aflicción.

* nombre adoptado por el poeta y escritor José Ananía, nacido en
Italia en 1.904 y muerto -si no recuerdo mal, en los años 70–.