Discepolin

Letra de Homero Manzi
Música de Aníbal Carmelo Troilo

Sobre el marmol helado, migas de medialuna
y una mujer absurda que come en un rincon…
Tu musa esta sangrando y ella se desayuna…
el alba no perdona ni tiene corazón.
Al fin, quien es culpable de la vida grotesca
y del alma manchada con sangre de carmin?
Mejor es que salgamos antes de que amanezca,
antes de que lloremos, viejo Discepolin!

Conozco tu largo aburrimiento
y comprendo lo que cuesta ser feliz,
y al son de cada tango te presiento
con tu talento enorme y tu nariz:
con tu lagrima amarga y escondida,
con tu careta palida de clown,
y con esa sonrisa entristecida
que florece en verso y en canción.

La gente se te arrima con su monton de penas
y tu las acaricias casi con un temblor…
Te duele como propia la cicatriz ajena:
aquel no tuvo suerte y esta no tuvo amor.
La pista se ha poblado al ruido de la orquesta…
se abrazan bajo el foco muñecos de aserrin…
No ves que estan bailando? No ves que estan de fiesta?
Vamos, que todo duele, viejo Discepolin…