Letra de Enrique Cadícamo
Música de Rodolfo Sciammarella
Yunta brava en el asfalto
donde talla el bacanaje,
figulinas pretenciosas
con melenas de champáñ,
¿qué dirían si las vieran
los del turbio sabalaje
al junarlas dibujando
la cadencia de un gotán?
Siempre amigas van corriendo
la verbena de los días,
son dos cuerpos que andan juntos
con un mismo corazón,
marquesitas suburbanas
portadoras de alegrías,
cascabeles bullangueros
del ruidoso cotillón.
¡Dos en uno!
es el nombre que la barra,
en los momentos de farra,
así les sabe llamar;
yunta brava
que vuelven otario al pillo,
también, con todo ese brillo,
quién no se va a encandilar.
Hacen bien de divertirse
y tirar por la ventana
ese cacho de la vida
que se llama juventud,
si esta vida, al fin de cuentas,
nos resulta una macana
porque siempre van del brazo
la impudicia y la virtud.
Ese Marco tan diquero
que les da tanta parada,
ese lustre distinguido
necesario pa’ triunfar,
lo han junao un par de tarros,
al fajar una lustrada,
como cambian su pobreza
y se ponen a brillar.