Letra de Roberto Torres
Música de Juan Rodríguez
En un cafetín mistongo
que existe allá por la Boca
donde la suerte más loca,
cual terrible vendaval,
arroja para su mal
las vidas cual un despojo;
donde no existe un sonrojo
de vergüenza, ni hay bondad;
donde impera la maldad
como su dueña y señora,
donde una pena se añora
carcomiéndolos el mal.
En ese triste arrabal
tan pobre y desamparado,
escuché muy apenado
el gemir de un corazón.
Patrón, sirva mucha caña
para olvidar a la ingrata,
sirva caña que ella mata,
las penas del corazón.
Sirva más caña patrón,
que borracho he de olvidar
lo inmenso de mi penar…
por favor, sirva patrón!
Beban muchachos y olviden
las penas del corazón;
beban conmigo que quiero
olvidar una traición.
La ingrata se fué con otro
dejándome abandonado…
Beban caña, mucha caña,
haciendo al amor a un lado.
Y en ese café mistongo
lleno de gente borracha
me enteré que una muchacha
su gran amor olvidó
y al borracho abandonó
por el amor de un cualquiera
cortando así la quimera
de su tierna vida en flor;
y ahondando fue tal dolor
que convirtióse aquel hombre
en un despojo sin nombre,
maltrecho y abandonao,
a la bebida entregao
con el ansia de olvidar
a quien no supo pagar
lo inmenso de su pasión.