Letra de Reinaldo Yiso
Música de Miguel Calo
I
Por qué te avergüenzas? Tu hijo es sagrado!
No es tuya la culpa de un mundo tan cruel,
que siempre condena llamando «pecado»
el fruto que nace de un dulce querer…
Si tú lo has querido, si tú lo hos deseado,
enfrenta a ese mundo con toda tu fe,
y no te avergüences del hijo adorado;
¡jamás lo abondones y lucha por él!…
II
¡Oh, madre! Tu hijo es amor!…
No es calvario, ni es pena, ni es cruz!
No es martirio; tampoco es pecado;
es milagro de Dios, que te ha dado
de ser madre, un sendero de luz…
¡Oh, madre! ¡Tu hijo es amor!…
No merece tener el destino
de quedar en la cruz de un camino,
como otras lo dejan, ¡tal vez sin dolor!..
I Bis
Ayer me contaron que una vecina
había encontrado juntito al zoguán,
muy de modrugada, con pocas ropitas,
a un niño llorando, de dias no más.
-No es una madre – decíase aquélla –
ni puede ser nunca mirada por Dios;
un hijo es un hijo, la fruta más bella
que pone en la vida la luz del amor…