Letra de Alberto Peyrano
Música de José Bragato
I
Mi amor se despertó una tarde en tu piel
y el ala que le diste un ángel formó…
Al volar
rumbo al sol,
olvidé
mi ciudad.
Y entonces me di cuenta que con tu amor
mi alma viajera fue.
Recorrí tierras de secretos de a dos,
calmé la sed en ríos que no se ven
y tu voz
-huracán
que durmió
mi voluntad-
cortó las alas a aquel sueño de ayer
y mi ángel se marchó
II
Hoy sin mi bolsa de llorar a cuestas
voy navegando por un mar de estrellas,
todo mi ser cobró una nueva vida
sin olvidarte y renunciando al ansia.
Hoy renacido estoy de mis cenizas
y continúo en la ciudad de siempre.
Fuiste aquel sueño que duró el instante
que el alma anhela para ser más grande.
I (Bis)
Confié en el ángel cuando te confesé
todo el amor que me inspiró tu canción,
sin piedad,
frío y cruel,
tu mirar
me olvidó.
Y entonces me di cuenta de tu verdad:
mi muerte te daba paz.
Bajé los ojos intentando volver,
la vieja senda amiga no estaba ya.
Sólo mi
realidad:
sin tu amor,
desolación.
Volví cansado y, deseando el perdón,
gané la luz del sol.