Compuesto en 1919
Poema del libro Viento que lleva y trae de E. Cadícamo.
No podía ser otra
que la calle Corrientes,
al lado del café Dominguez,
y puerta a puerta
donde vivía Gardel
con su adorable madre
-un angel con arrugas
que se llamaba Berta-.
Morocho del abasto
genial rope balanzas
abrumado de kilos
¡pesaba 110…!
Gordo maravilloso,
valías lo que pesabas
por tu voz;
melodioso instrumento
colocado por Dios.