Letra de Horacio Ferrer
Música de Raúl Garello
Compuesto en 1988
En aquel pisito de la calle Melo,
pura coincidencia con la realidad,
las noches duraban como cinco días,
con mate y cariño para despertar.
Porque nos amamos tan intensamente
que no no cabía ya ni el corazón,
nos bastaba un vino y un disco de Troilo,
dos patos alegres de la Belle Epoque!
Almafuerte y Baudelaire
fue el poético festín
y era el techo del bulín
el mejor televisor,
y era un éxtasis comer
una estrella en el balcón,
nuestro balcón a Puyrredón y el cielo.
La mayor felicidad
viene escrita en Mi Menor
y así vimos que el amor
misterioso es al nacer,
misterioso es al morir
y al besarnos, al partir,
ya cerrado nuestro nido nos lloró.
En aquel pisito de la calle Melo
te soltaba el pelo como un lucifer,
soñamos, ardimos y en mimos valseados
eras Ginger Rogers y yo Fred Astaire.
Todo humilde menos nuestra fantasía
que no dio la forma de portarnos bien,
porque a nuestras almas les dimos el gusto
y al cuerpo le dimos el gusto también.
Almafuerte y Baudelaire
fue el poético festín
y era el techo del bulín
el mejor televisor,
y era un éxtasis comer
una estrella en el balcón,
nuestro balcón a Puyrredón y el cielo.
La mayor felicidad
viene escrita en Mi Menor
y así vimos que el amor
misterioso es al nacer,
misterioso es al morir
y al besarnos, al partir,
ya cerrado nuestro nido nos lloró.
En aquel pisito de la calle Melo,
los buenos recuerdos se aman por los dos.