Letra de Antonio Bartrina
Música de Osvaldo Larrea
Una nota de color
junto a la calle Ballesta
cuánta ilusión deshonesta
vive pisando ese suelo,
paseando los dineros
buscando comprar amor
Allí empezó a florecer
nuestra impaciencia tanguera
entre tragos de tequila
y canciones al oído,
de muchachitas que hacían
nuestros deseos arder
Allí vivimos romances
bajo la luz de la cueva
que de antiguo fue bodega
sala de juego después,
y que en nuestro tiempo vió
viejos tangos renacer
Asomó un tal Zabaleta
como llamao del destino
se cruzaron los caminos
y de loco desatino,
esa barra fue testigo
mudo y gritón a la vez
También allí coincidieron
otros grandes del momento
no por famosa, es cierto
pero con ese poder
de ser amigos honestos
hasta la muerte tal vez
Bar de constantes enredos
incluso en cierta ocasión
el amor vino a embrujarme
ciego y sordo me dejó,
y luego me toreó
de la traición hizo un arte
Hoy cambiaron tus botellas
por piltrafas hediondas
Rosita, la camarera
por la carnicera gorda,
y tu barra plateada
por infame mostrador
Viejo Salero aliado
de cien felices encuentros
como a la mujer ausente
te recuerdo en los momentos
en que se llena mi mente
de aburrimiento feroz