Letra de Héctor Gagliardi
Intérprete: Héctor Gagliardi
«El Triste»
L.p. odeon-dmo 55465
Moderno batallador,
con alma de peregrino,
la vida le dió camino,
en lugar de mostrador,
su orgullo de vendedor,
lo constituye el cliente,
que pase de indiferente,
a posible comprador…
Se ingenia por convencer,
y lucha por conquistar,
al deseo de triunfar,
la prudencia de ofrecer,
a las puertas de vender,
las llaves de conversar,
hay que primero sembrar,
para despues recoger…
Vidriera de Buenos Aires,
bajo el sol del interior,
su norte caminador,
le hace ver cosas iguales,
villas, pueblos, ciudades,
son páginas de un breviario,
que inicia el informe diario,
y cierran sus iniciales…
En ese hogar alquilado,
que lleva el nombre de hotel,
la valija detrás de el,
va con aire resignado,
y en el cuarto numerado,
frio, serio, indiferente,
los dos se miran de frente,
para estar acompañados.
un extraño no se que,
une a valija y viajante,
talves por el consonante,
los dos empiezan con «v»…
Por eso vemos a él,
abrir nervioso su book,
y ella mostrando la ropa,
le hace olvidar el hotel,
porque allí palpa,
el calor de su hogar,
que está tan lejos,
cada prenda es un consejo,
dobladito con amor,
nada le dice !señor!,
todo murmura !querido!,
hermano, padre, marido,
fué mujer quien la arregló…
Acaricia suavemnte,
los pañuelos y camisas,
una estampa se desliza,
y se asoma dulcemente,
«para que viajes con suerte»,
le dijeron al partir,
y el lo vuelve a repetir,
en un tono diferente…
A nadie le importa nada,
en ese hotel tan huraño,
que esta noche cumple años,
si él es uno de pasada,
cuando era chico soñaba,
en que llegara ese día,
y los suyos lo rodeaban,
aquellas horas de antes,
se esfumaron a lo lejos,
y se encuentra en el espejo,
que lo tiene por delante,
que parece vigilante, decirle,
a qué lloras ?
si el hotel, si el hotel es el hogar,
que le espera a los viajantes…
!Es verdad!, lo había olvidado,
él ha salido a vender,
y a quien puede convencer,
con los ojos empañados,
se arregla todo apurado,
se lava despues la cara,
se peina a la disparada,
y se va con el muestrario…
Sale dispuesto a vender,
a conquistar comerciantes,
casi olvida que es viajante,
por revivir el ayer,
el portazo hace caer, la tapa de la valija,
donde en su ropa prolija,
hay dulzura de mujer…