Letra de E. Cadícamo
Música de T. Cedrón
Ella era una hermosa nami del arroyo,
él era una troesma pa’usar la ganzúa,
por eso es que cuando de afanar volvía
ella en la catrera contenta reía,
contenta de echarse un dorima tan púa.
De noche él robaba hasta la alborada,
de días dormían lós dos abrazados
hasta que la yuta que lo requería
lo alzó de su saca, y ella se reía
mientras a Devoto iba el desdichado.
Tras la negra reja de la chelda el orre
a su compañera llorando batía:
«Por vos me hice chorro, quereme paloma»,
pero indiferente al dolor del choma
alzando los hombros ella se reía.
Pasaron los días, vino la sentencia,
pa’ Tierra del Fuego al punga embarcaban
a las seis en punto de una tarde fría.
A las siete ella se apiló otro rufa,
a las ocho andaba con él de garufa
y ay, al sonar las nueve, curda se reia.