Horacio Zuviria
Sosegate que ya es tiempo
de archivar las ilusiones,
dedicate a balconearla,
que pa’ vos ya se acabo,
y es muy triste eso de verte
esperando a la fulana
con la pinta de un Mateo
desalquilao y triston.
No hay que hacerle, ya estas viejo,
se acabaron los programas,
y haces gracias con tus locos
berretines de gavion;
ni te miran las muchachas,
y, si alguna te da labia,
es pa’ pedirte un consejo
de baquiano en el amor.
Que queres, Cipriano,
ya no dan más jugo
los cincuenta abriles
que encima llevas;
junto con el pelo
que fugo del mate
se te fue la pinta
que no vuelve mas.
Deja las pebetas
para los muchachos;
esos platos fuertes
no son para vos.
Pianta del sereno
y andate a la cama
que, después mañana,
andas con la tos.
Enfunda la mandolina,
ya no estas pa’ serenatas!
te aconseja la chiruza
que tenes en el bulin,
dibujandose en la boca
la atrevida cruz pagana
con la punta perfumada
de su lapiz de carmin.
Han caido tus acciones
en la rueda de grisetas
y a compas del almanaque
se deshoja tu ilusion,
y ya todo te convida
a ganar cuartel de invierno,
junto al fuego de tus recuerdos
en la sombra de un rincon.