Locatelli
Viola
Baliotti
Tavarozzi
Ayer nomás la piqueta
nos derrumbó El Nacional
aquel café donde Aieta
le cantaba al arrabal.
Se fue también el Marzoto
y después El Barrio Terminal
conociendo al Morocho
es nuestro querido zorzal.
Donde estarán las orquestas
y el tango de oro de ayer
los patios y las glorietas
donde asomaba un querer.
No hay un rincon milonguero
ni existe el viejo trigal
no quedan palcos tangueros
no quedan palcos tangueros
ni un corte del Cachafaz.
Mi vieja calle Corrientes
decí por Dios que ha pasado
ya no rezongan tus fueyes
y al tango lo has olvidado.
Adios estampas de antaño
esquinas de mi arrabal
tu cuna fue para el tango
como Gardel inmortal.