La canción de amalia

Letra de Blomberg
Música de Maciel

La sangre del año 40 mojaba
tu rostro divino color de jazmín.
Doliente azucena de la tiranía
Jamás Buenos Aires se olvida de ti

Soñando vivías en la quinta sola
y el río te daba su mortal canción.
Suspiran los sauces de la calle larga.
Se oía a lo lejos un canto de amor

Belgrano te amaba, jazmín tucumano.
La daga de Rosas su pecho buscó.
Lloraron de angustia tus lindas pupilas
en las noches rojas del Restaurador

con cintas celestes en tus trenzas negras
le abrías la puerta del viejo jardín
guitarras porteñas decían la gloria
de aquellos amores, cantaban por ti.

rondaron las dagas la quinta vacía
la dulce guitarra dejó de cantar
Eduardo Belgrano se estaba muriendo
Y allá en los rosales goteaba un puñal

Soñabas ser libre, soñó que eras suya
y en tus ojos negros vio la libertad
miró la divisa celeste en tus trenzas
Beso tus pupilas y ya no habló más

Los sauces llorosos temblando en el río
Y el viento en las reja del barrio del sur
Cantaban tu idilio de amor y de muerte
En las calles largas bajo el cielo azul

Suspiro doliente de amor sin ventura
oías Amalia la ardiente canción
que Eduardo Belgrano con voz moribunda
cantaba a tu oído diciéndote adiós