Letra de Héctor Marcó
Música de Carlos Di Sarli
Compuesto en 1944
En la capilla blanca
de un pueblo provinciano,
muy junto a un arroyuelo de cristal,
me hincaban a rezar
tus manos…
Tus manos me encendían
mi corazón de niño…
Y al pie de un Santo Cristo
las aguas del cariño
me dabas a beber.
Feliz nos vio la luna
bajar por la montaña,
siguiendo a las estrellas,
bebiendo entre sus cabras
un ánfora de amor…
Y hoy son aves oscuras
las tímidas campanas
que doblan a lo lejos
el toque de oración…
Tu voz murió en el río
y en la capilla blanca
quedó un lugar vacío…
vacío como el alma
de los dos…
En la capilla blanca
de un pueblo provinciano,
muy junto a un arroyuelo de cristal,
presiento sollozar
tus labios…
Y cuando con sus duendes
la noche se despierta…
al pie del Santo Cristo
habrá una rosa muerta
que ruega por los dos…