Letra de A. Timarni
Música de Mauricio Guariglia
Tango
Nació en Palermo, la rubiecita;
Era bonita como una flor.
Y la llamaban La Galarcita
En aquel barrio, con gran amor.
Sus ojos verdes brindaban gloria.
La dulce gloria de una emoción.
Todos la llevan en la memoria
Porque fue reina de la ilusión.
Tuvo en su vida un sublime querer
Un sueño de bonanza.
Quiso con el alma, con ternura
Con la dulce fe de su esperanza.
Y en aquel cariño, todo lleno de bondad
Mostró sus sentimientos.
Nadie pudo amar con tal fervor.
Qué noble y puro fue su amor.
La Galarcita ya se nos fue…
Triste quedó Palermo sin su flor.
Sin el calor de sus canciones.
Quién olvidarla podrá, Señor?
Pobre recuerdo blanco de un querer
De un gran querer,
Lleno de sol.