Letra de Esteban Peluffo
Música de Ricardo Alfaro
De partitura con sello con la firma de Alfaro (impresa por Breyer
Hermanos, Florida 414, Buenos Aires, n° 5888, sin fecha). Dedicada a
Juan Carlos Montes de Oca. Las dedicatorias de los tangos de las
primeras épocas podían ser dirigidas tanto a amigos o personajes
apreciados de los compositores así como, frecuentemente, a
desconocidos que les daban unos pesos con los que artistas «hacían la
noche».
Negra, ya sé donde es la guarida
en la que pasas tu vida, vida flor, secándote;
Negra, volvete a mi arrepentida
que calmará tu venida, ese dolor, con que quedé.
Ya te vas a arrepentir de haberte ido de mi lado,
vos también vas a sentir el haberme abandonado
cuando esa cruel cocaína que tomás venza tu anémica vida,
y una persona querida no tengas que sufra junto a vos.
Y al fin de tu locura
será la celda de un open door,
donde sola y abandonada
si yo no voy te morirás;
tu pobre ser inerte se enterrará sin ver llorar;
y cuando cumpla años tu muerte
ni flores ni gente en tu huesa habrá.