Letra de Horacio Ferrer
Música de Raúl Garello
Compuesto en 1992
Jaula, llamaba el maestro Aníbal Carmelo Troilo (Pichuco) a su
bandoneón. Y cuando él tocaba su «jaula», hermoseaba a las gentes
igual que la flauta mágica de la ópera de Amadeus.
1.
Jaula mágica que habitan
las mil caras del Gotán;
bandoneón, a vos te domó
un Mozart de acá, genial y ranún.
En tu ópera atorrante,
que es igual que vos y yo,
te arrugás, de sabio que sos,
y amante del bien, vivís en el mal.
Tu Música en lunfardo pide noche y tinto y va
cargando al hombro el fardo de un sinfónico dolor,
fueye sátrapa que nuestras vidas leés
por el lado de atrás del corazón.
La pinta de los tangos es tu pinta, bandoneón,
y está de último abrazo tu gauchada fraternal.
Fray mistongo que impartís
tu piadosa extremaunción
como un santo pero al fin,
metafísico y zarpao
de murciélago partís,
bien milonga y a matar.
Dicho:
A tus teclados, por dentro, los labura
la pobrecita que embarazó un plomazo
y te humedece la voz con su ternura,
cuando la muerte no es más que otra locura
y otro remedio cosido en el fracaso.
1 bis.
Jaula mágica que en cruza
de piñazo con perdón,
nos cantás, con tu lengua gris,
la noble canción del que no es feliz.
Bandoneón, déjame abiertas
tus orejas, porque vos,
vos sabés, de abrir y cerrar,
las puertas que son nacer y morir.
2.
Tu Música en lunfardo pide noche y vino va
cargando el hombro el fardo de un sinfónico dolor,
fueye sátrapa que nuestras vidas leés
por el lado de atrás del corazón.
La pinta de los tangos es tu pinta, bandoneón,
y está de último abrazo tu gauchada fraternal.
Fray mistongo que impartís
tu piadosa extremaunción
como un santo pero al fin,
metafísico y zarpao
de murciélago partís,
bien milonga y a matar.