Letra de Horacio Basterra
Música de Juan José Guichandut
En la puerta de un palacio
Un pebete mendigaba:
Tengo hambre tengo frío
Tenga usted piedad de mí.
Era agosto, pleno invierno
Y la lluvia taladraba
A su débil cuerpecito
Que era carne de orfandad.
Esa noche había baile
Y llegaban hombres ricos
Con mujeres muy hermosas
Al espléndido festín.
Y pasaban egoístas
Sin mirar al pobrecito
Que era un ángel con andrajos
Que era un rubio querubín.
Un pedazo de pan duro
Mordisqueaba amargamente
Repitiendo con tristeza:
Deme un níquel por favor.
Y la música llegaba
Con sus notas estridentes
Como un látigo llegaba
Hasta el alma del menor.
Pasó en eso otro mendigo
Un mendigo de experiencia,
Un anciano que sabía
La manera de pedir.
Y al mirar al muchachito
Conmoviose su conciencia
Y con voz aguardentosa
Se lo oyó decir así:
Nunca pidas tu limosna
Donde hay fiesta y alegría
Que la gente que es alegre
Nada sabe del dolor.
En los tristes cementerios
Y también en las iglesias
Siempre hay un alma buena
Y un piadoso corazón.
Esta noche es para hombres
Y por eso te aconsejo
Que abandones esta puerta
Donde nada te darán.
Toma hijo esta limosna
Que hoy el mundo te la niega
Toma hijo estas monedas
Que te alcanzan para pan.