Letra de M. Romero
Música de E. Delfino
Cantado por G. Fleurquin en la obra «La bailarina del Moulin Rouge».
Muy pebeta te engrupieron
y después te abandonaron
con el peso de tu culpa
sola al mundo te largaron
te miraban con desprecio
y ya nadie saludó
a la pobre muchacita
que tan piba se encontró
convertida en madrecita.
En tu corazón,
solo un cariño guardaste escondido
toda tu ilusión;
vos lo pusiste en el pibe querido.
Su amor te impidió
que a otros amores tu pecho entregaras
y tu hijito es
el solo ser que en el mundo querés.
Cuando estás en la milonga
confundida en una orgía,
cuando el humo de las copas
toda la frente domina
vos fingís encurdelarte,
pero es falso tu reir
tu recuerdo se ha clavado
en la cuna del «gurí»
y pensás ¿habrá llorado?
En el cabaret,
todos conocen tu historia de pena,
para todos sos
la madrecita más santa y más buena
pro vos temés
que cuando el pibe comprenda la vida
al saber quien sos
sienta vergüenza y reniegue de vos