La muchacha del circo

Letra de Manuel Romero
Música de Gerardo Hernán Matos Rodríguez
Compuesto en 1928

Estrenado por Carmen Valdes, en el sainete Gran Circo Rivolta, del
mismo Romero, el 15 de junio de 1928.

No sólo el calificativo de «tango romance» lo diferencia de otros
tangos de Romero, sino también su suavidad con algo de lamento y
resignación. No otro era el tono que en cierta situación exigía el
drama grotesco «Gran Circo Rivolta», tal vez la mejor obra teatral de
Romero. En ella lo cantó la actriz Carmen Valdez (teatro Buenos
Aires, 15 de junio de 1928). Debe señalarse que el tango, en rauda
popularidad, fue incorporado al repertorio de numerosas y calificadas
cancionistas, pero, no obstante de que en primera persona corresponde
a una mujer, lo cantaron y grabaron no pocos cantores, entre ellos
Corsini, Gardel, Alberto Maríno y Eduardo Adrián. En 1937 Romero
dirigió, sobre su obra citada, el film «La muchacha del circo», en el
cual el tango fue cantado por la actriz Irma Córdoba.

Yo soy la muchacha del circo.
Por una moneda yo doy
un poco de humilde belleza,
un poco de tibia emoción.
Yo soy la muchacha del circo.
Por esos caminos yo voy,
ceñida en mi malla de seda,
repartiendo a todos
flores de ilusión.

Colgada del fragil trapecio
su cuerpo elegante parece, al saltar,
una paloma blanca que al cielo,
con ansia loca, quisiera llegar.
Mientras la gente,
emocionada,
contempla inquieta su salto mortal,
bajo la lona
del viejo circo,
un frio de muerte se siente cruzar.

Ahi va la muchacha del circo;
no encuentra consuelo ni amor,
regala a otros la dicha
y sufre miseria y dolor.
Por fin, una noche, la mano,
cansada, al trapecio aflojo
y… pobre muchacha del circo!
buscando un aplauso
la muerte encontro.