Letra de Horacio Ferrer
Música de Antonio Rodríguez Villar
Eras tan honda
que más hondo no podria
ser el secreto de nuestra ausencia.
Tu juventud
bruñia espejos
donde mirar
la vida entera.
Eras tan linda
que más linda no sabria
ser Buenos Aieres con septiembre en flor.
Tu piso mil con una sola ventanita
al que trepé con mi cansancio hasta tu cielo
y te gocé como se goza la poesia,
con los sentidos, los cinco al vuelo.
Después la calle fue achicando nuestra altura
donde borracho de arco iris te adoraba,
cuando robada y misteriosa tu alma oscura,
naciendo el alba, se tiró del piso mil.
Eras tan rara
que más rara no quisiera
ser una sombra del tul en celo.
Era tu piel
rumor de fuego
azulador,
dolor del aire.
Fuiste tan mia
que más mio no pudiera
ser el asombro de olvidarte hoy.