Blanca y radiante
va la novia.
La sigue atrás
un novio amante.
Y que al unir
sus corazones
van a morir
mis ilusiones…
Ante el altar
está llorando…
Todos creerán
que es de alegría.
Dentro, su alma
está gritando:
¡Ave María…!
Mentirá también
al decir que «sí»,
y al besar la Cruz
pedirá perdón…
Yo sé que olvidar
nunca podría…
¡¡Que era yo,
no aquel,
a quien quería!!
Ante el altar
está rezando…
Todos dirán
con alegría.
Dentro, su alma
está gritando:
¡Ave María…!
¡Ave María…!