Juan Francisco Palermo
Pa que veas si te quiero,
el día que te juné
tan linda estabas que al verte
como palmao me quedé
Y fue inutil que quisiera
echarte del corason:
me dejaste en la busarda
como una miel de ilusión
Lo que vos no sabes, negro,
es lo que a mi me pasó,
cuando al oirte, en un tango,
tu chamuyo me vensió.
Hablabas tan lindo, negro,
como otra ves no hablaras,
tan lindo que por oirte
yo iba perdiendo el compás.