Letra de Cátulo Castillo
Música de Aníbal Carmelo Troilo
Segunda version, grabada por Roberto Goyeneche con la orquesta de
Armando Pontier.
Lastima, bandoneón,
mi corazón…
tu ronca maldición maleva.
Tu lágrima de ron me lleva
hacia el hondo, bajo fondo,
donde el barro se subleva…
Ya se… no me digás… Tenes razón!…
la vida es una herida absurda,
y es todo, todo, tan fugáz,
que es una curda nada mas!
mi confesion!…
Contame tu condena, decime tu fracaso,
…no ves la pena que me ha herido?…
y hablame simplemente
de aquel amor ausente
tras un retazo del olvido…
Ya se que me hace daño!…
Ya se que te lastimo
llorando mi sermón de vino!…
Pero es el viejo amor
que tiembla, bandoneón,
y busca en un licor que aturda
la curda que al final
termine la función
corriéndole un telón
al corazón!…
Cerrame el ventanal,
que arrastra el sol
su lento caracol de sueño…
no ves que vengo de un pais
que está de olvido, siempre gris, tras el alcohol.