Leñándola (poema lunfardo)

Letra de José Saldías

No hay como darle la biaba a la percanta linusa
pa’ que se amanse de pronto y se ponga a gimotear
y le lampe todo el fajo con el vento. La marrusa
es de seguros efectos para hacerla encarrilar.
Después que el vento ha pasado al buraco del dorima
éste ha sentido desprecio por la mina y de un revés
la sacude contra el suelo y se la saca de encima,
pero ella vuelve rendida para abrazarlo otra vez.
La leña es santo remedio pa’ curar a las mañeras
y cuando se soba el lomo de la mina en el ligar
no hay noción de ubicamiento en las prácticas leñeras,
se la faja donde quiera y se trata de no errar.
Enseñanza que me ha dado la experiencia, compañeros,
a la grela hay que mostrarle que es fortacho su gavión
y romperle la zabeca si se sale de sus fueros
pa’ que aprenda de memoria y no olvide la lección.