Los burros

Letra de José Eneas Riu
Música de Enrique Delfino

Ha sonado la campana
anunciando la largada
y la inquieta caballada
galopa en su corazón.
La guita de la semana,
el pan de su hogar fulero,
todito lo juega entero
al pingo de su pasión.

Lo monta el yoky de moda,
chaquetilla oro y granate.
Cierra los ojos y el mate
la ve brillando de sol.
En el pelo de la grela
ve el oro de la suerte
y en sus labios a la muerte
sangrienta del metejon.

Los colores encurdelan,
olvidando a sus pebetes,
y en el fragor de los fletes
dominan el pelotón.
Ahi va adelante, en la recta,
cerca de la colorada;
cobrara la boleteada
con su pingo vencedor.
Pero malhaya la suerte!
El pobre yoky ha rodado
y su sangre ha salpicado
el disco de la ilusión.

Despues por la avenida, los patos y palmeras
en medio de un silencio que sigue a la emoción
pisando van contritas programas de carreras
mientras las hojas caen como una decepción
y frente de la dicha del barrio dominguero
agacha de vergüenza el ala del sombrero
llorando su desgracia al ver a sus pebetes
que sufren hambre y frio por culpa de los fletes
y con un pibe en alto implora al Dios del pingo
los ocho ganadores para el otro domingo.