Luis Ricardo Furlan.
Solari en la estacada, con el cuore de alquilo,
lejos de los chochamus que chimentan camorra,
como un gil a la gurda que amasijado atorra,
encanutado, estufo, masticaba el estrillo.
Mancado en la rayuela, puesto al reves el grilo,
misho, como enyetado, orejeando la borra
del último café. la esperanza cachorra,
yo era solo un fiyingo desmangado y sin filo.
De pronto como en esos dramones de capote,
tayaste el berretin de cincharla ladera
con la cuña junada del mimo y del camote.
Y aqui estoy, encanado desde tu manyamiento,
con más tarro que aguila calzando la primera
con un yobaca al bombo. Si hasta parece cuento.