Recitado
Me dijeron que el muchacho
se llegó a la seccional
y entre cabrero y confuso
se lo contó al oficial
Cantado
Fui presentado esta mañana
a una dama en Leandro Alem,
de unos cuarenta, oxigenada,
y se llamaba Madame Julié.
Me habló de Grecia y de California
y que era oriunda del gran París,
llevaba encima tapao de armiño
y se hospedaba en el City Brill.
En tren de confidencia, la francesita
me habló de mucha guita para entregar
a un pariente que la fulana
dijo tenía en La Paternal.
Y como se ausentaba urgentemente
a la vecina orilla del Uruguay
no tenía tiempo ya disponible
para llegarse hasta aquel lugar.
No se preocupe, madám, por eso,
yo le suplico; confié en mí.
Ella me dijo: sin garantía?
Yo le daría un cinco mil.
Corriendo a casa fui a busCarlos
y muy contento yo se los di,
entonces ella me dio un paquete
que contenía cuarenta mil.
Ya con el paco en mano corrí a mi pieza
y con mucho cuidado lo desaté
pa’ qué contarle lo que había adentro,
sólo recortes de diario hallé.
Y una cartita corta muy emotiva
en la que me decía Madám Julié:
«Encienda a tiempo los farolitos
cuando la vea por el trocén.»