Letra de Mario Punzi
Música de José Libertella
Madrugada porteña, que desde el río
sube por las barrancas de Leandro Alen
con el último cana muerto de frío
dos o tres milongueras y un niño bien.
El sol desde la punta del rascacielo
baja limpiando vidrios de gris en gris
hasta el curda que mira con desconsuelo
las letras apagadas del Tabarís.
II
Madrugada porteña,..de Corrientes angosta
que tenía los ojos esmaltados de azúl
con un cielo de nubes, mas allá de la costa
de una rubia del brazo,..con el negro Raúl.
Yo soy aquél muchacho de los tiempos mejores
soñando en un tranvía del centro al arrabal
madrugada porteña de Celedonio Esteban Flores
y los tangos milongas del café Nacional.