Letra de Luis Roldán
Música de Osman Pérez Freire
Compuesto en 1916 (?)
Con este tango se introduce en las letras el tema del cabaret.
Pertenecio al repertorio de algunas de la cupletistas – especialmente
de Luisa Vila – que gorjeaban por los tabladillos porteños durante el
segundo lustro de la decada de 1910.
En un bazar feliz yo trabajaba
nunca senti deseos de bailar,
hasta que un joven que me enamoraba
llevome un día con el para tanguear.
Fue mi obsesión el tango de aquel dia
en que mi alma con ansia se rindio,
pues al bailar senti en mi corazón
que una dulce ilusion
nacio.
Era tan suave la armonia
de aquella extraña melodia
que lleno de gozo sentia
mi corazón soñar.
Igual que en pos de una esperanza,
que al lograrla todo se alcanza,
giraba loca en esa danza
que me enseñaba a amar.
La culpa fue de aquel maldito tango
que mi galan enseñome a bailar
y que después, hundiendome en el fango,
me dio a entender que me iba a abandonar.
Mi corazón, de pena dolorido,
consuelo y calma busco en el cabaret,
mas al bailar senti en el corazón
que aquella mi ilusion,
se fue.
Oyendo aquella melodia
mi alma de pena moria
y lleno de dolor sentia
mi corazón sangrar…
Como esa musica domina
con su cadencia que fascina,
fui entonces a la cocaina
mi consuelo a buscar.
Hoy que ya soy espectro del pasado
pido al ajenjo la fuerza de olvidar
mas a mi pobre pecho destrozado
nada hay que pueda su angustia sofocar.
Del cabaret soy una triste mueca,
ya nadie al tango conmigo más bailo
y aquel amor paso como visión.
Y aquella mi ilusion
murio.
Maldito tango que envenena
con su dulzura cuando suena,
maldito tango que me llena
de tan acerba hiel.
El fue la causa de mi ruina,
maldito tango que fascina…
Oh, tango que mata y domina!
Maldito sea el tango aquel!